SOY TRANQUILIDAD
Parte 2 de 2
Extracto: De amor y de letras
Autor: Iván Eduardo Lópezcampos
Valentina:
Te escribo con la mirada fija en el papel, contrario a ti, las yemas de mis dedos cosquillean, están llenas de palabras, de pensamientos, pero, sobre todo, de sentimientos. Las personas reaccionamos de diversas maneras a los eventos de la vida, hay quienes se congelan, algunos se retraen y otros más, llenan páginas. Como debes de imaginar yo soy de estos últimos.
Leo una y otra vez tu texto, cada vez que lo hago me sucede lo mismo, me quedo en silencio, experimento un vacío en mi cabeza, uno de esos que retumban, escucho solamente el silencio, palpo la oscuridad. Con tus palabras pausas mi alma, congelas mi mirada en el punto final, mandas mis latidos al mínimo. Lo haces porque has escrito con el corazón, lo has expresado de la mejor manera, confirmas lo que te he dicho con anterioridad, tienes las historias en las yemas de tus dedos.
Primero te hablaré del miedo que sientes por empezar a escribir, es uno totalmente natural, no debes de asustarte. En una ocasión te platiqué de los tres yo que habitan en cada uno de nosotros, el que somos ante los demás, el que aspiramos ser y aquel que realmente somos y que nos aterra que algún día alguien lo descubra. Ese yo atenta contra el primero y nos aterra que nos desenmascare.
Escribir es caminar en las alturas por la cuerda floja y con los ojos vendados. Hacerlo aterra, es una de las principales razones por la que no se hace. No te culpo de tu sentimiento, no eres cobarde, no es falta de valor, es solamente que te has situado en la zona de salida. Tener miedo es el primer paso para comenzar a escribir, te felicito por haber accedido a él. Lo tienes porque temes que tu tercer yo sea descubierto. No te preocupes, ese nunca sale. Tenemos un sistema de autoprotección que lo impide.
Ten miedo, pero no lo abraces, no te aferres a él, velo como lo haces cuando estás en la oscuridad, te acostumbras y luego avanzas. Observa tu miedo, rétalo con la mirada y entonces, sigue escribiendo. Recuerda que es imposible amar sin antes haber sentido dudas por hacerlo, desde el cuestionamiento normal a ser correspondido o estar a las expectativas de quien amas; no olvides que antes de una presentación exitosa, nos acompañó la duda, incluso el pánico. Te pido, entonces, que reflexiones y veas que tu temor, lejos de ser algo de que avergonzarse es un buen indicio de que estás sobre el camino correcto.
Exponer el alma al aire, es algo que a priori, nos asusta. Pero te contaré un secreto, hacerlo te hará libre. Cuando se escribe las cadenas que nos atan a la sociedad se extienden y conforme lo sigues haciendo se elongarán hasta romperse, estallarán en pedazos y es ahí que tu espíritu aprenderá a volar. Transgredirás fronteras, límites, jugarás a través de las palabras, expresarás tus ideas a veces directa y frontalmente, en otras ocasiones lo harás indirectamente o incluso en sigilo. Ya no harás más lo que la propia sociedad te pide, guardar silencio, ya no callarás.
A quien escribe, es otro secreto que te comparto, la propia sociedad, le otorga permisos especiales, puede ir más allá de quien no lo hace. Ellos adoran ese velo de misterio, el devanarse los sesos pensando en que, si eres tú o no, en que si es tu forma de hacer el amor o no… ellos lo disfrutan y tú lo harás también.
Es por eso de que te digo que pierdas el miedo, yo estaré acompañándote en el proceso y del otro lado también, siempre estaré ahí, siempre que tú lo quieras, no tengas miedo alguno, yo seré tu protector, luego, no me necesitarás, volarás sola y quizás no te acuerdes de mi más, pero sabes, sabré comprenderlo y mi mejor satisfacción será verte volar, verte libre.
Tu texto me tocó el corazón, además de su redacción, de tus ideas, por algo más profundo, por el autoconcepto que tienes. No te diré nada al respecto, no soy quién para hacerlo, cada uno de nosotros conocemos el verdadero yo que somos y que nos aterra que los demás lo descubran, pero… si te diré que las personas no somos del todo buenas ni del todo malas, somos una mezcla de ambos, es injusto ver solo la oscuridad si del otro lado está la luz.
La vida es una lucha diaria por avanzar a la luz, pero la oscuridad nunca nos abandona, es por eso mi amor al claroscuro, a Rembrandt y a su Filósofo meditando. En el interior del caos, de un tornado, se encuentra la calma, la paz y ésta siempre acaba por prevalecer. Vive con intensidad, guiada por tu sentimiento, la vida es muy corta para hacerlo iluminado únicamente por la razón.
La locura nos permite sobrellevar este mundo de cordura, no dejes que la segunda domine la primera, el día que eso sucede en la vida de una persona, se comienza a dejar de vivir. El escribir, el escribir de uno mismo, es uno de los principales actos de locura, uno aplaudido por la cordura de la sociedad. Sigue haciéndolo como lo hecho en tu escrito.
Bruno Descartes
Praga. República Checa.
Ella era caos, él tranquilidad, ambos se necesitaban para su equilibrio.