EL PRIMER AMOR
Extracto: Librillo de consejos – Lecciones de otoño –
Lección 33: Nunca olvides tu primer amor. Regresa a él cuando sientas necesidad.
Autor: Iván Eduardo Lópezcampos
El primer amor nunca se olvida, es el más puro e incondicional; la mejor prueba de ello es que me seguiste queriendo después de que te enteraste de mi nuevo amor; debo confesarte que tu reacción me sorprendió, fue como si supieras de mi incapacidad de ser hombre de una sola mujer, aceptaste compartirme y no solo eso, me aconsejaste para conquistarla.
Contigo aprendí que el final no lo es, que la vida no se acaba por un amor o por los problemas, que las enfermedades nos hacen fuertes y que las afrentas se escriben en arena, pero que lo que los demás hacen por nosotros, se esculpe en piedra. De ti aprendí la fuerza de la palabra, me demostraste una y otra vez que un, todo va a estar bien, era real.
Cómo olvidar ese primer amor que incondicionalmente estuvo a mi lado; lo hiciste incluso cuando ya nadie creía en mí, cuando los vientos arreciaron y mi vida estaba a punto de colapsar, fuiste tú quien me sostuvo, te inclinaste para levantarme, me inyectaste valor y me mandaste lejos de ti en búsqueda de mi felicidad; lo hiciste a plena consciencia de que mi ausencia dejaría un hueco en tu corazón, no te importó, lo único que querías era eso, mi felicidad. Ahí comprendí que la mía era la tuya.
Todo en la vida es de ciclos, el tuyo llegaba a su final, así lo comprendimos y de forma inexplicable me dejaste la última lección, la del cómo partir.
Te pregunto mamá: ¿cómo olvidarte?, es imposible. El primer amor nunca se olvida, a lo más que se puede aspirar es aprender a vivir con su ausencia; a administrar el dolor que causa el recuerdo.
Don Alfonso Aldaz Iglesias
Librillo de consejos.