Carta 117 Desconcertado
Agradezco tu carta, pero debo ser sincero contigo. Empiezo por decirte que siempre has hablado con la verdad, no hay detalle alguno que me haga dudar de tu palabra, pero lo que me cuentas es algo imposible de creer. Si me lo dijera Abel, Jerome, Hemingway, incluso el mismísimo Sir Arthur Conan Doyle, les tacharía de locos, a ti no, solo de… ¿bromista? Con seguridad te convenció Abel de que participaras de sus locuras. No te juzgo, ese pintor es convincente.
El juego que han organizado entre todos los de Agua Viva, incluida tú, se está saliendo del margen. Fui a la cantina La Chancla que yo tiro y el mesero me preguntó por Mónica, luego crucé con Velya y me dejó saludos para ella. Abel fue a verme y me hizo preguntas como si la conociera, siendo que la primera vez que la vi en mi vida fue en la entrevista.
No quiero que leas mi mensaje en un tono de molestia, nunca te hablaría así. Solo quiero dejar en claro que me desconcierta que seas parte de este juego, donde meten a don Etelvino, que de hierbero me lo llevaron a pocimero. ¿Una bebida me robó la memoria?, ¿yo pareja de esa actriz engreída? No mi querida Renée, esos juegos son del pueblo, pero nada que ver contigo. Tú eres diferente, eres elegante, eres centrada, ecuánime, incólume, de obra y omisión; así como en la oración. EL unirte a la gavilla de bromistas del pueblo no te va, Abel es un caso perdido, tú, uno ganado, no te pierdas.
Para cerrar este sentido párrafo traeré a Arjona, el cantautor de los sinsentidos, en ocasiones excelso en ocasiones repetitivo, pero casi siempre recurrente en contradicciones ex profeso. En ese estilo te escribo para que le pongas música y la tararees:
Tu actitud va justo
Como Bukowski sobrio
Un Da Vinci sumiso
Tu actitud va justo
Como un Julio Verne
De pies en la tierra,
Así de lógico es
Lógico es tu actuar.
Ese tono que le pusiste no es el correcto, esfuérzate escritora y ponle uno que lleve más sentimiento. Cuando lo logres, seguro entenderás de mi extrañeza, de mi desconcierto, de lo ilógico que suena todo. Por lo menos se hubieran esforzado para hacer una broma creíble. Me han decepcionado, les considero personas con una capacidad muy por encima de la media como para intentar musicalizar a Machado y acabar haciendo una canción de Arjona… “cómo encontrar en la alacena un beso que nunca me diste”. ¿Acaso los besos se guardan en el despensero?, si es así, ¿se ponen enseguida de las latas o de las pastas? Creo que eso es abusar de las alegorías, es un uso extremo de las figuras retóricas.
Aclarado el punto, pero sin dejar a Mónica de lado, me gustaría abrir mi corazón, bueno, en este caso la mente para confesarte que con todo lo que han armado alrededor de nosotros han logrado que experimente un deja vu sobre la chica. Es una sensación extraña e incomprensible ya que en ocasiones me parece familiar. Te confieso que llego a sentir como si realmente existiera algo que nos uniera.
No estoy ciego, es una mujer a simple vista hermosa, pero eso no implica que me guste o que sienta atracción por ella. Son cosas muy diferentes el reconocer a una belleza y el desear que esta sea para ti. Hay un mundo de distancia entre nosotros. Es una persona muy diferente a mi tipo, hablo de su forma de ser. Es altiva, cortante, piensa que nadie la merece y eso no va conmigo.
Estuve buscando en sus redes sociales y… ¿qué crees? ¡Solo fotos de ella! Es una típica actriz con fotos de izquierda a derecha, de derecha a izquierda, de abajo a arriba, de arriba abajo. Está enamorada de ella, de su cuerpo. Las piernas las muestra en la primera oportunidad. Se la vive de fiesta en fiesta. No es que la esté criticando, ¡no vayas a creer eso! Tú sabes que no es algo que haga y que lo pensaras me haría sentir mal. ¡Tampoco creas que revisaba sus fotos para verla! Lo hacía porque es parte de mi trabajo, estaba viendo lo del casting.
Además, no hay interés de su parte. La tarde que fue a verme, cuando ya nos despedíamos, me dijo que me enviaría el contacto de una compañera suya que daba el papel. Eso fue una clara muestra de que el personaje no era el que esperaba… el personaje o yo. Estoy seguro de que no le caí bien. Poco me importa, es solamente trabajo, no me interesa entablar amistad. Si no fuera de su agrado o ella del mío y diera para el papel, la contrataría de inmediato. Bien podría convivir cuatro semanas con ella hablando el mínimo necesario con tal de sacar el proyecto adelante.
Ahora que termino la carta me visita la garúa. Es exquisita, la palabra y el evento. Es de origen portugués, se refiere a ese momento de la lluvia que es fina, tan fina que debes de cerciorarte que realmente está y es que moja sin darte cuenta. Caminar bajo una garúa es exquisito, es un placer andar cubierta de esta y si lo haces al lado de la mujer amada, deberá ser aún más perfecto.
Eduardo
P.d.
Regreso para pedirte y a ti también Jerome, estoy seguro de que leerás la carta antes de entregársela a Renée, no comentarle nada a Abel del Deja Vu que experimenté. Si lo hacen no acabará con este juego tonto de que nos conocemos la actriz y yo. Confío en ustedes.
Eduardo (por segunda ocasión)